Datos Técnicos


Ruta

Esta semana nuestra aventura comienza en la población de "Peracense". Aparcamos el coche en el centro del pueblo, junto a la "Oficina de Turismo" y la "Casa de Don Pascual", con un bonito "Arco de Piedra " en su entrada. Después de los calentamientos habituales subimos en dirección hacia el "Bar Tele-club", donde encontramos una pequeña fuente.

Parking
Oficina de Turismo
Arco de Piedra
Iglesia

Desde el bar, giramos hacia la izquierda siguiendo las indicaciones hacia el "Castillo de Peracense". Salimos del pueblo y en pocos metros llegamos hasta la "Fuente de San Ginés", donde encontramos tambien un panel informativo, donde podemos ver las distintas rutas que se pueden hacer en esta zona.

Panel
Fuente

Seguimos subiendo unos metros hasta enlazar con la "Vía Verde de Ojos Negros". Giramos hacia la izquierda y caminamos tranquilamente por esta vía hasta llegar a un cruce. Giramos hacia la derecha por un camino de tierra, es el "Camino de Ródenas".

Vía Verde
Aquí Giramos hacia la derecha

Cogemos altura rápidamente y aprovechando esas miniparadas para coger aire, nos giramos para disfrutar de las bonitas vistas. Delante nuestro vemos nuestro primer objetivo de hoy, con sus inconfundibles antenas, el "Cerro San Ginés".

Camino
Vistas
Cerro San Ginés
Vistas

Seguimos subiendo hasta llegar a un cruce. Nos salimos del camino hacia la derecha unos metros hasta llegar a un "Mirador Natural" y disfrutar...

Vistas
Vistas

Volvemos hasta el camino y cogemos la senda hacia arriba. Aquí comienza la verdadera subida, así que nos lo tomamos con calma. Enseguida nos adentramos en un bonito bosque de "Carrascas, Pinos de Rodeno, Hayedos..". Esta senda sin descanso nos lleva hasta el "Cerro San Ginés". Nosotros giramos hacia la izquierda para bordear las "Antenas" por la parte izquierda, para llegar a un antiguo "Torreón" en ruinas, que permitía avisar al castillo de "Peracense" en caso de peligro. Bordeamos esta torre y giramos hacia la izquierda hasta llegar al "Vértice Geodésico San Gines", con un cota de 1.600 msnm, que constituye una verdadera torre vigía del "Valle Jiloca", un llamativo afloramiento rocoso entre los Montes Universales y Sierra Menera.

Bosque
Antenas
Vistas
Vistas
Torre
Torre
Vértice Geodésico
Eva en el Vértice Geodésico
Vistas
Vistas

Desde el Vértice bajamos unos metros hasta llegar a la "Ermita de San Ginés". Esta ermita se asienta en la cima del monte del mismo nombre, que pertenece a los municipios de Ródenas y Peracense, perteneciente al "Valle del Jiloca". El edificio en si está atravesado por la demarcación quedando el atrio en el municipio de Ródenas y el cuerpo de la ermita en Peracense.

Ermita
Entrada a la Ermita

Seguimos bajando unos metros hasta llegar al "Mirador de los Pocillos". Giramos hacia la izquierda unos metros, hasta llegar al final de las "Cuarcitas", donde se encuentra el "Mirador de las Salegas". Aprovechamos este bonito rincón para almorzar en las alturas.

Mirador
Vistas

Después de un buen café, volvemos hasta la pista y giramos hacia la izquierda por donde hemos subido. Atentos al G.P.S nos salimos de la senda por la que hemos subido hacia la izquierda. Comienza una fuerte bajada por un "Cortafuegos", por lo que extremamos precauciones. Llegamos hasta un cruce de caminos, seguimos recto por esta pista y nos encontramos con divertidas formaciones de "Rocas de Rodeno".

Pista
Rocas de Rodeno

Llegamos hasta un cruce, giramos hacia la derecha y tenemos que estar atentos al G.P.S, porque en pocos metros giramos hacia la derecha y hacia abajo, siguiendo las señales del G.R hasta llegar al lecho del "Arroyo Valdelafuente".

Por Aquí Bajamos
Arroyo

Este camino nos lleva directos hasta la carretera, la cruzamos y comenzamos a subir en dirección hacia el "Roquedo del Castillo", unas magnificas formaciones rocosas.

Formaciones
Formaciones

Llegamos hasta un cruce, giramos hacia la izquierda y subimos bordeando estas formaciones. Ya vemos desde aquí nuestro siguiente objetivo de hoy, simplemente uuuffff...

Formaciones
Castillo

Salimos a la carretera y en pocos metros llegamos hasta el "Castillo de Peracense", el "Castillo de Piedra Roja". Es una visita obligatoria para disfrutar de una verdadera obra arquitectónica de varios siglos. El castillo consta de tres recintos amurallados, con características constructivas diferentes. El recinto exterior cuenta con una poderosa muralla almenada en ángulo recto dotada de varias torres y con nivel de saeteras, el cual protege una amplia explanada o albacar. Las antiguas caballerizas actualmente albergan los aseos, una sala de exposiciones y la tienda. El recinto medio está formado por una muralla irregular adaptada a la roca. Las antiguas estancias de la tropa han sido reconvertidas en el museo y sala de actividades. El recinto superior está ubicado en lo alto de un escarpado peñasco rocoso, estando configurado en tres terrazas sucesivas hasta la cubierta superior, desde donde se puede dominar visualmente todo el valle del Jiloca.

Información de Interés

Ubicado en un paisaje realmente privilegiado, el Castillo de Peracense constituye una de las fortalezas más impresionantes y curiosas de Aragón, y uno de los lugares más espectaculares del sur de la provincia de Teruel, puesto que constituye uno de los más interesantes ejemplos de fortalezas medievales hispanas. El caso del castillo de Peracense, su historia resulta excepcional, puesto que su emplazamiento ha sido testigo del paso de varias sociedades que han dejado su testimonio y que la arqueología ha permitido sacar del olvido. El indicio más antiguo de ocupación humana en el emplazamiento del castillo de Peracense es de época prehistórica, de la Edad de Bronce (hace 3.300/2800 años aproximadamente), periodo caracterizado por el desarrollo de los primeros poblados estables y numerosos cambios sociales y económicos derivados por el desarrollo de la metalurgia del bronce. Se conserva un interesante conjunto de elementos grabados en la roca, como canalillos y oquedades llamadas cazoletas, que suelen relacionarse con rituales de fertilidad mediante el aprovechamiento de agua de lluvia. De ese modo, una pequeña comunidad se instaló al cobijo de los grandes tormos de roca, de la que hemos conservado también numerosas cerámicas elaboradas a mano, sometidas a un cuidadoso trabajo de bruñido y decoración. Es posible que en la época celtíbera y romana (hace 2500-1900 años aproximadamente) el enclave volviera a ocuparse debido a sus excepcionales posibilidades defensivas. Durante los siglos IV a.C. y II d.C. este sector del Sistema Ibérico experimentó un gran desarrollo socioeconómico relacionado con la expansión agropecuaria, pero sobretodo con la explotación del mineral de hierro. La riqueza que trajo esta actividad económica implicó un aumento demográfico y surgimiento de nuevos poblados situados en alto, algunos de los cuales se dotaron de potentes murallas ciclópeas. En el periodo romano continuó la explotación del mineral de hierro, actividad controlada desde la importante ciudad de La Caridad (Caminreal, Teruel) en época republicana, aunque la ocupación en el emplazamiento del castillo se redujo a un asentamiento menor. Durante la llamada Antigüedad tardía (hace 1700/1300 años aproximadamente) con la caída de la población, disminuyeron las actividades mineras y metalúrgicas; No obstante, a lo largo del siglo X, la llegada de nuevos pobladores procedentes del Norte de África y la consolidación del estado y sociedad islámica llevaron a un periodo de crecimiento económico y demográfico. El nuevo estado con capital en Córdoba, el califato y después en Albarracín, la taifa, pondrá sus ojos en el control de sus fronteras y de sus recursos, como las minas de hierro de Sierra Menera. Esta actividad tuvo su reflejo en el desarrollo de un nuevo poblado en el castillo, con restos arqueológicos del siglo XI. Teniendo en cuenta las condiciones defensivas del paraje y su proximidad a las minas, es muy probable que se dotase de una pequeña fortificación, al igual que ocurre en el castillo de Arrodenes (Rodenas) y Las Saletas (Villafranca del Campo). Tras la conquista aragonesa de este territorio a mediados del siglo XII se verá incrementada la importancia estratégica de su emplazamiento. En el año 1211 se cita por primera vez el término Peracels. La administración de este dominio pasó por varios caballeros o tenentes hasta que quedó en manos de los Ximénez de Urrea, quizás desde mediados del siglo XIII. De este modo la fortaleza de Pieraselz se convirtió en sede de un señorío desde finales de la centuria. El alto valor estratégico que tenía esta fortificación por sus condiciones defensivas llevó a que fuera adquirido por el rey de Aragón en 1312 junto con su término y el de Almohaja, y así, incorporarlo a la red de fortalezas en la frontera con el vecino reino de Castilla. De este modo quedó adscrito a la extensa comunidad de aldeas de Daroca, entidad administrativa que se encargó de su abastecimiento y financiación. A partir de mediados de esa centuria (hace 750 años aproximadamente) es cuando comenzó a construirse la fortaleza del castillo de Peracense. No obstante, se fue ampliando y reparando durante los siglos XIV y XV hasta adquirir el aspecto actual. Durante la guerra de los Pedros, la fortaleza adquirió una mayor importancia. A partir del siglo XVI, con la unión dinástica de las coronas de Aragón y Castilla, la mayoría de los castillos fronterizos perdieron utilidad, pasando a desempeñar cometidos menores. En el caso del castillo de Peracense, su papel se limitó a cárcel de la Comunidad y ciudad de Daroca hasta 1834. Alejada de Daroca, esta cárcel ofrecía buenas condiciones, contando en 1562 con dos cadenas y argollas para los presos. Sim embargo, durante la I Guerra Carlista (1833-1840) el castillo de Peracense fue reutilizado y transformado por un contingente militar del ejército liberal, que tuvo que hacer frente a varios ataques carlistas en 1837 y 1839 cuando se llegó a tomar el pueblo de Peracense. En un momento dado, quedó en manos del Ayuntamiento de Peracense siendo disputado por el de Rodenas. La fortaleza perdió todo uso y quedó abandonada. Fue objeto de saqueo de materiales constructivos y su interior fue usado como cantera de piedras de afilar. Durante la postguerra (19680/1960) el interior del castillo fue utilizado como zona de pastos gracias a sus grandes explanadas donde crecía mucha hierba. Podeis encontrar más informacion en su pagina Web.

Maquina de Asedio
Castillo
Patio
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
Castillo
El Equipo
Eva Posando

Después de visitar todos y cada uno de los rincones del castillo y de disfrutar de la estupenda y divertida visita guiada impartida por "David", salimos del castillo y subimos hasta el "Mirador de los Panderones", que se encuentra justo enfrente del castillo.

Cartel
Vistas
Vistas
Vistas

Bajamos de nuevo hasta la carretera y cogemos una senda hacia el "Mirador del Castillo", desde donde vemos el castillo desde otra perspectiva...

Mirador
Castillo

Volvemos a la carretera y bajamos hasta enlazar de nuevo con la senda por la que hemos llegado. Pero giramos hacia la izquierda y en fuerte bajada llegamos hasta unos "Yacimientos Arqueológicos", pertenecientes al castillo.

Yacimiento
Yacimiento

Desde aquí bajamos hasta la "Cueva Milano". Bordeamos la gran roca donde esta ubicada hasta enlazar con un camino. Giramos hacia la izquierda y comenzamos a bajar hasta llegar a la "Vía Verde", la cruzamos y llegamos hasta la "Fuente San Ginés". Solo nos queda desandar lo andado hasta llegar al coche, dando fin a una maravillosa aventura por los alrededores de "Peracense".

Índice de RutasSierra Menera
Foto de Tevin Trinh