Ruta
Esta semana nuestra aventura comienza en la población de "La Puebla de Valverde". Para acceder al punto de inicio, seguimos por la autovía A-23 en dirección "Teruel" cogiendo la salida que va hacia "Formiche". Pasados un par de kilómetros nos desviamos hacia la izquierda en dirección al "Parque Eólico del Puerto Escandón". Cruzamos el "Barranco de la Mora" y subimos hasta llegar al "Corral del Cirihuejo", donde aparcamos. Después de los calentamientos habituales, bajamos unos metros hasta un "Panel Informativo", donde podemos ver parte de la ruta de hoy. Entramos de lleno en los "Vestigios del Cerro Gordo", un emplazamiento donde encontramos restos de la "Batalla de Teruel" o "Batalla del Frio". Cruzamos la pista y siguiendo las indicaciones en unos pocos metros llegamos hasta una "Cisterna".
Información de Interés
Se denomina Batalla de Teruel a la ofensiva que el ejército republicano hizo sobre el saliente de la zona controlada por los nacionales que marcaba la ciudad de Teruel. Tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938 en la ciudad de Teruel y sus alrededores. El 15 de diciembre de 1937, la XI División del Ejército del Frente Popular, al mando de Enrique Líster, iniciaba una formidable ofensiva sobre Teruel, en un invierno que conocería más de 20 grados bajo cero. Los cerca de 100.000 hombres, que componían el Ejército de Maniobra Republicano, lograron cercar rápidamente Teruel. El jefe nacional del sector, el coronel Domingo Rey D’Harcourt, replegó inmediatamente sus fuerzas, alrededor de 6.000 hombres, concentrándolas en el mismo Teruel. Los republicanos, en un primer momento ocuparon la ciudad, pero por un corto periodo de tiempo, pues a finales de febrero las tropas nacionales recuperaban la ciudad, en la segunda fase de la batalla, denominada batallas de la Alfambra.
Volvemos a la pista y comenzamos a subir. Vemos otro poste indicativo que nos indica que a nuestra izquierda se encuentra un "Refugio". Desde aquí, bajamos hasta un cruce de caminos y giramos hacia la izquierda. Después de una pequeña subida, comenzamos a ver restos de "Trincheras" a un lado y a otro de la pista.
Nos adentramos en la "Linea de Trincheras" de la parte derecha de la pista y una vez se acaban, comenzamos a subir suavemente, haciendo un pequeño "Monte a Través" hasta llegar al "Camino de Cirola". Giramos hacia la izquierda y comenzamos a subir por esta pista. En un momento dado, guiándonos con el G.P.S, nos salimos de la pista hacia la izquierda por una senda sin identificar. Sin descanso esta senda nos lleva hasta una "Posición de Artillería" y por supuesto más "Trincheras".
Una vez se acaba la linea de "Trincheras", giramos hacia la derecha y volvemos a la pista. Seguimos subiendo y nos encontramos con la "Subestación Eléctrica de Escandón". Aqui encontramos otro "Panel Informativo" y unos pocos metros más arriba, nos salimos de la pista, esta vez hacia la derecha para visitar un "Búnker".
Volvemos a la pista y seguimos subiendo. En este tramo nos saldremos un par de veces de la pista hacia la izquierda, para visitar más vestigios, en concreto, unas "Posiciones de Mando" y un "Polvorín". Por desgracia todo derruido y solo podemos imaginarnos lo que aqui ha acontecido.
Seguimos subiendo por la pista hasta llegar a un cruce. Aquí volveremos más tarde. Ahora seguimos recto hasta llegar al "Vértice Geodésico Alto Sima". Hoy la niebla no nos deja disfrutar de este bonito paraje, ya tenemos la excusa para volver...
Desandamos lo andado hasta llegar al cruce mencionado anteriormente. Giramos hacia la izquierda y comenzamos a bajar por la "Cañada Real de los Pelaos". En un momento dado nos salimos del camino hacia la derecha hasta llegar a la última "posición defensiva" que encontramos en un barranco entre el "Alto y los Horcajos".
Bajamos por el barranco hasta enlazar con el camino principal. Giramos hacia la derecha y echando mano de nuevo al G.P.S nos saldremos hacia la derecha del camino para comenzar un divertido y cómodo "Monte a Través", cruzando la "Sima", el "Barranco de la Mora", toda una aventura. Enlazamos de nuevo con el "Camino de Cirola", giramos hacia la izquierda hasta llegar de nuevo al coche, dando fin a una estupenda aventura por los alrededores de la "Puebla de Valverde"
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De aquella campaña nada me impresionó tanto como el increíble mal tiempo, y estoy seguro de que para los historiadores de la guerra será el rasgo más digno de estudio. El viento cortante resultaba especialmente duro. Nada servía de protección contra las ráfagas heladas que llegaban aullando desde el norte y que atravesaban todas las capas de ropa, por muchas que fueran. Los ojos se nos llenaban constantemente de lágrimas por lo intenso del dolor. Los dedos de las manos se nos hinchaban y se nos dormían y de los pies desaparecía toda sensación que no fuera una frialdad glacial insoportable.
(The New York Times. Herbert L. Matthews)